Perdidos sus ojos en la contemplación del
rebaño que mansamente pastaba cerca, Omar el pastor se fue quedando dormido
bajo la sombra perfumada de un lapacho y soñó que Ashpa Sumaj, la doncella
bruja del monte, lo transformaba en una oveja en castigo por haberla deseado.
Despertó sobresaltado y en verdad, era una blanca oveja bajo el cielo azul de
Machayuay.
Viendo
que el pastor no regresaba, sus hermanos salieron a rastrear el campo y
encontraron debajo de un árbol sus ojotas y la alforja, pero Omar nunca regresó
junto a los suyos.
Durante
la noche, las ovejas soñaban con verdes serranías y soleados valles, mas
ninguna soñó jamás que era un pastor.
Juan Coletti
No hay comentarios:
Publicar un comentario